Teclas oscuras

Era una noche oscura y tormentosa, y las ramas de los árboles se mecían con fuerza por el viento. En lo profundo del bosque, un grupo de amigos había acampado en un claro, iluminado solo por el fuego que habían encendido. Habían planeado pasar la noche bajo las estrellas, pero algo siniestro se avecinaba.

Escucharon un ruido extraño, como si algo se arrastrara por el suelo. Los amigos se pusieron nerviosos, y uno de ellos decidió investigar. Se adentró en la oscuridad, iluminando el camino con una linterna.

De repente, el sonido se detuvo y todo quedó en silencio. El amigo intentó volver al campamento, pero algo lo agarró por el pie y lo arrastró hacia el bosque. Los demás corrieron hacia él, pero era demasiado tarde.

La noche continuó con más ruidos extraños, pero los amigos intentaron ignorarlos y seguir durmiendo. Sin embargo, algo no estaba bien. Uno a uno, comenzaron a desaparecer, y solo quedó uno.

El último amigo intentó escapar, pero una sombra oscura lo perseguía. Corrió y corrió hasta que finalmente se topó con una cabaña abandonada. Pensando que estaba a salvo, entró y cerró la puerta detrás de él.

Pero en la cabaña, encontró algo inesperado: una vieja máquina de escribir. Curioso, comenzó a escribir en ella, pero pronto se dio cuenta de que estaba escribiendo su propia historia de terror. Todo lo que escribía se hacía realidad.

Desesperado, intentó destruir la máquina, pero no pudo. Fue atrapado por su propia imaginación, y se convirtió en la última víctima de la noche.

Nunca se supo qué sucedió en el bosque esa noche, pero algunos dicen que todavía se pueden escuchar los gritos de los amigos desaparecidos, y que la máquina de escribir todavía se encuentra en la cabaña, esperando a su próxima víctima.

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