Bosque de lamentaciones - Relato de Óscar Mascareña Anton
Un grupo de tres amigos deciden pasar un fin de semana en un bosque, alejados de la ciudad. Pero nunca imaginaron que esa noche, los recuerdos que el bosque guarda, los perseguiría.
Sus nombres eran; Daniel, Ander y Víctor. Los tres amigos decidieron alejarse un poco de sus vidas cotidianas, de sus trabajos, mujeres e hijos y poder reencontrase. Desde que son unos niños que se conocen y desde que se casarón y ataron sus vidas a un trabajo para mantener una familia, no pasaban tiempo juntos y extrañaban esos días en los que se reunían e iban al bosque a bañarse en el lago, pescar o remar montados en una balsa de madera que ellos construyeron, una balsa que allí seguía, desde hace tantos años. Los tres amigos estaban frente al lago bebiendo cerveza, charlando y riendo de la vida que tenían, hasta que Ander quedó mirando la balsa fijamente.
- Once años tiene esa balsa…Once ─ dijo Ander con extrañeza.
- ¿Qué te preocupa pequeño Ander? ─ preguntó Daniel, posando su brazo en el hombro de Ander.
- No me preocupa nada, solo pienso que esa balsa ya debería haberse hundido.
- La hicimos con las mejores calidades y nuestras manos son milagrosas nunca se hundirá, ya os lo dije cuando la construimos ─ dijo Víctor, Daniel y Ander miraron a su amigo con una expresión burlona llena de añoranza, de cuando aún eran pequeños.
Ander agachó la mirada hacía la orilla del lago, recordando el día que decidieron no volver al bosque. Ander y Víctor le preguntaron en que pensaba a lo que Ander les dijo.
- Estaba recordando nuestra última visita a este bosque, el día que ─… Víctor le impidió que terminara la frase y continuó el, ─ vimos como tiraban aquel hombre al lago ─ dijo con cierto temor
Aquello ocurrió hace años, siendo ellos unos pequeños empezando la adolescencia. Estaban remando como cada viernes después del instituto en su balsa, de repente desde lejos y otro lado del lago vieron como dos hombres arrojaban a otro al lago, aquello les sorprendió muchísimo, eran unos críos contemplando la maldad del hombre en solo unos pequeños minutos. Cuando todo terminó decidieron acercarse con la balsa para ver aquel cuerpo, podían ver el cuerpo en el lago, los chicos quedaron embobados contemplando como yacía el hombre en el fondo. De repente los ojos de ese individuo se abrieron, los tres amigos se asustaron tanto que huyeron de allí dejando que muriese ahogado, ninguno de los chicos se quedó para averiguar que aquel hombre solo quería que lo ayudasen, y allí lo dejaron ahogándose.
- Once años pasaron de aquello ─ dijo Víctor cierta culpa.
- Aquello nos marcó para siempre ─ dijo Ander con lamento.
- Ocurrió hace tiempo y éramos unos críos no sabíamos nada, nos asustamos…es todo ─dijo Daniel. Alzó la vista hacía el lago y dijo:
- Además, los culpables fueron encarcelados, no salieron impune de aquello.
De repente Daniel observó como la balsa hacía un extraño movimiento, era como si alguien la estuviera manejando, no sería tan extraño sino fuese que la balsa se dirigía hacia ellos. Daniel avisó a sus amigos de lo que estaba viendo, pero Víctor le dijo que es normal, en el lago hay corriente y eso hace que la balsa se mueva.
- La balsa hasta hace un momento seguía atada con la soga en el pequeño puente, no, no es normal que se suelte después de todos estos años y navegue.
- Lo extraño no es que navegue, es que siga con la soga que le pusimos hace once años ─dijo Daniel con extrañeza.
Aun así, aquel fenómeno no les pareció tan extraño, solo lo era para Ander, pero no iba a dejar que aquello arruinada la noche, una noche que llevaban tiempo esperando para estar los tres juntos. Los tres amigos seguían disfrutando de aquel ambiente, era una noche perfecta, sin frío ni calor, ni mujeres e hijos, solo ellos tres disfrutando de sus cervezas mientras charlaban y reían. Querían que aquello durase mucho más tiempo, que el tiempo se parase durante largas horas en ese mismo instante. Pero aquella alegría no iba a durar eternamente, pero no todo dura eternamente. Mientras los tres amigos contemplaban el lago se toparon que la balsa, llegó hacia ellos. Pero no es de la balsa de lo que tenían que temer, sino de aquella sombría figura que de repente emergió del lago.
Los tres amigos al ver aquel ser en ningún momento se asustaron, es bastante normal que hubiese alguien bañándose en el lago, estaba bastante claro que no iban a estar solos, pero claro, luego reconocieron a la persona que emergió de ese lago, alguien de su pasado venía a cobrarles que lo dejaran morir ahogado.
Los tres amigos no solo se sorprendieron al reconocer de quien se trataba, sino que, también sintieron un enorme miedo. Era alguien que murió once años atrás, algo que podían asegurar porque la noticia del hombre ahogado en el lago salió en todos los medios de comunicación, si ahora lo tenían en frente solo podía ser una cosa, un ente que viene a cobrarse una deuda que lleva esperando cobrar muchos años. Ninguno de los tres creía en fantasmas ni espíritus, esas leyendas para ellos eran eso, solo leyendas, pero claro… No crees en leyendas, hasta que seas protagonista de una y eso les pasó a ellos, convertirse en protagonistas de su propia leyenda.
Los tres amigos no se lo pensaron mucho más tiempo y salieron de allí corriendo, esperando dejarlo atrás, pero es un ente, es imposible dejarle atrás porque siempre aparecerá estés donde estés, como en este caso que apareció justo delante de ellos, mientras corrían. Los tres amigos les pillaron de sorpresa, intentaron huir, pero solo dos pudieron hacerlo sin darse cuenta que uno de ellos había quedado inmóvil justo frente al ente. Ander estaba frente a frente con ese ser enfurecido, sin poder moverse, sin poder hablar o gritar. De repente aquel ente alzó su sombrío brazo y Ander comenzó a levitar, entonces notó una sensación de ahogamiento, le faltaba el aire, no podía respirar, era como si estuviese bajo el agua. Ander tuvo una de las peores muertes que se conoce, morir ahogado es un sufrimiento constante, porque no es solo sentir que te falta oxígeno, también sientes como tu vida se va apagando mientras sufres sin tener posibilidades de sobrevivir.
Cuando Víctor y Daniel se dieron cuenta de que su amigo no estaba con ellos ya era demasiado tarde para Ander, Daniel propuso ir a buscarlo, pero Víctor tenía razón, ya era demasiado tarde para salva a su amigo, pero aun así Daniel creía que estaba vivo, que posiblemente necesite ayuda, no podía dejar a su amigo solo. Ambos chicos fueron en busca de Ander, comenzaron a caminar por aquel oscuro y espeso bosque, lo que una noche agradable sin frío ni calor, se convirtió en un húmedo bosque cubierto de una extraña niebla rojiza, parecía que estaban en una macabra y perturbadora pesadilla. Tenían que estar muy atentos a sus alrededores, no se enfrentaban a un humano corriente, sino a un espíritu lleno de rencor, por haber dejado que muriese ahogado, tenían muy claro que si se lo encontraban nuevamente posiblemente no tuviesen la misma suerte para huir.
La espesa y rojiza niebla nublaba la visión de los chicos, apenas distinguían un árbol de una persona, pero había algo que podían ver perfectamente, extraños seres sombríos caminaban junto a ellos dando tumbos acompañados de sus tenebrosos lamentos, parecía un coro infernal. Daniel y Víctor tenían miedo de lo que podía ocurrirles. Daniel agarró de la mano a Víctor y ambos amigos comenzaron a correr para alejarse de aquellos seres. Pero por mucho que corriesen les era imposible escapar de la niebla. Víctor sintió como varias manos le tiraban del chaleco, intentó deshacerse de ellas, pero cada vez aparecían más manos agarrándolo, mientras ambos amigos corrían, unas manos salieron del suelo agarrando el tobillo de Víctor, entonces el joven cayó al suelo. Daniel echó la vista atrás e intentó ayudar a su amigo, pero de repente vio como el cuerpo de Víctor fue envuelto en una oscura masa de niebla roja. En ese momento Daniel sabía que muy poco podía hacer por su amigo, ya solo quedaba el con vida…No confiaba ni que fuese a sobrevivir de aquel terrible ser. Daniel consiguió escapar dejando atrás aquella niebla roja y a Víctor.
Mientras corría por el oscuro y espeso bosque pudo ver un claro desde la lejanía, era una salida, Daniel había conseguido encontrar un camino para escapar por fin de aquel lugar, le entristecía pensar que escaparía solo sin sus amigos, pero tenía que sobrevivir, tenía una familia y quería volver a verlos, volver a estar en su casa con su mujer e hijos. Comenzó a correr todavía más fuerte hasta llegar a la carretera y dejar el oscuro bosque atrás. Daniel se sentía aliviado, había conseguido alejarse de los espíritus que moran en el bosque. Durante un momento paró su huida para recupera algo de aire, comenzó a inhalar y exhalar aire desesperadamente. <<Por fin estoy a salvo>> pensó. Notó que sus zapatos estaban mojados, miró hacia el suelo y vio como sus pies estaban hundidos en la carretera, era como si el mismo suelo se hubiese fusionado con el lago. Intentó escapar de allí, pero no pudo, alguien le había agarrado por atrás, cuando fue a mirar vio a Víctor y Ander sujetándole fuertemente, los entes de sus propios amigos, no querían que huyera de allí.
- Chicos, por favor, dejad que me vaya.
- No te vayas, quédate con nosotros, creemos nuevos recuerdos juntos, ─dijo uno de sus amigos.
Daniel siguió forcejeando con ellos, pero era imposible, no podía huir. Justamente en ese momento apareció frente a Daniel, el espíritu que murió ahogado en el lago por culpa de ellos. Víctor y Ander liberaron a su amigo, Daniel vio una posibilidad de escapar de allí, aunque sea diminuta, pero tenía que intentarlo. Pero cuando se propuso a correr, se dio cuenta de que tenía todo el cuerpo paralizado. El terror invadió su cuerpo al darse cuenta que no podría escapar del ente enfurecido, del espíritu que busca vengarse, de su muerte.
Daniel Miró al ente fijamente y le dijo:
- Por favor, deja que me vaya. Sé que lo te hicimos fue terrible, moriste por nuestra culpa, pero solo éramos unos críos que nos asustamos.
El ente lo miró fijamente, entonces alzó su brazo y Daniel comenzó a flotar en el aire, como si estuviese hundido bajo el lago, una masa de niebla roja rodeo todo el cuerpo del joven, segundos después notó que se estaba asfixiando. Sus amigos lo miraron fijamente con una sonrisa, minutos después, Daniel murió ahogado en la salida del bosque.
Los días pasaron y el descubrimiento de los cuerpos de los tres amigos fue noticia en todas partes. A cada uno los encontraron en lugares distintos del bosque, pudieron confirmar que sus muertes fueron por asfixia. Los tres amigos tuvieron un digno velatorio, sus familias jamás imaginaron que aquel reencuentro entre ellos, sería mortal. Sus cuerpos fueron emparedados en el cementerio. Todos sus seres queridos dejaron el lugar, dejando sus yacentes cuerpos tras una placa en la pared.
Todavía, si caminas por aquel bosque, puedes escuchar el lamento de todas las almas que allí quedaron atrapadas… Incluyendo la de los tres amigos.
Hagas lo que hagas en el pasado, sus recuerdos siempre te van a perseguir. Los tres amigos pensaron que la historia que vivieron cuando eran unos críos, solo era una aterradora anécdota de la que olvidarse, pero, aunque ellos lo olviden, los lugares tienen memoria y guardan los recuerdos de lo que allí ocurrió, con los que utilizaran para castigarnos.
Soy un apasionado del esoterismo y lo paranormal, así como de la existencia de mundos paralelos, entes y objetos malditos. Comencé a escribir relatos de terror con catorce años, y eso me llevó a convertirme en Blogger, para compartir mis historias y espeluznantes cuentos.
Twitter: @BuenasN69383621
Instagram: @oscar_m_antom
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