Entrevista José Molina Melgarejo
- ¿Qué se siente llevar tantos años en el mundo de la literatura?
- ¿Ha supuesto algún reto volver a enfrentarse a la crítica literaria?
- ¿Cuál ha sido la principal fuente de inspiración para toda la poesía que incluye Reverso y anverso?
- Sin duda alguna, está nueva obra de tu autoría demuestra un excelso dominio de la poesía. ¿Qué le recomendarías a los jóvenes autores para alcanzar ese nivel?
- ¿Cuáles son tus principales exponentes en cuanto a poesía contemporánea se refiere?
- ¿Qué autores definirías como tus principales referencias poéticas?
- ¿Diseñar un libro con Reverso y anverso ha sido complicado?
- ¿Tiene José Molina Melgarejo una lista de lecturas recomendadas?
- ¿Tienes un poema preferido entre los incluidos en Reverso y anverso?
- Para finalizar, ¿algo que más que quieras decirnos?
¿Qué se siente llevar tantos años en el mundo de la literatura?
A veces una sensación de incredulidad porque, después de tantos años sin dejar de escribir, ya fueran artículos periodísticos o literatura en casi todos sus géneros, jamás hubiera imaginado que a estas aturas de mi vida mantendría intactas mis ilusiones por seguir escribiendo cada día. Y ello a pesar de ser consciente de que soy un escritor de largo recorrido pero de nombre corto, a veces incluso anónimo.
¿Ha supuesto algún reto volver a enfrentarse a la crítica literaria?
Si te soy sincero, y no es una cuestión de ego, ninguno de mis libros publicados ha tenido una sola crítica adversa, aunque también debo decir que no han sido muchas, así que el reto por ir creciendo permanentemente como escritor me lo impongo yo mismo, de modo que soy yo el más crítico y exigente con todo aquello que escribo.
¿Cuál ha sido la principal fuente de inspiración para toda la poesía que incluye Reverso y anverso?
Desde mi modesto punto de vista, la poesía es la mejor manera de dar refugio a los sentimientos personales. Como en otros poemarios míos, esa podría ser mi principal fuente de inspiración: mi necesidad de dar cobijo a esas emociones que bullen dentro de mí, sean de color que sean y expresen lo que expresen, y que necesitan salir al exterior para desahogarse y respirar un poco de aire fresco.
Sin duda alguna, está nueva obra de tu autoría demuestra un excelso dominio de la poesía. ¿Qué le recomendarías a los jóvenes autores para alcanzar ese nivel?
Gracias por lo de excelso dominio. Yo no me atrevería a decir tanto. De cualquier forma, la poesía es un ejercicio de autogestión, que cada cual debe afrontar como mejor considere, tanto en la forma como en el fondo. Para ello, eso sí, es preciso empaparse mucho de poesía, sobre todo cuando aún eres un recién iniciado en este maravilloso género literario, porque creo que es la única manera de encontrar el mejor camino poético por el que transitar.
¿Cuáles son tus principales exponentes en cuanto a poesía contemporánea se refiere?
Mis más sinceras disculpas, pero no tengo referencias poéticas actuales. Creo que los últimos poetas modernos, por decirlo de algún modo, por los que sentí fascinación fueron Gabriel Celaya, Leopoldo Panero y Mario Benedetti. Y ahí di por finalizado mi interés por la poesía «de última generación», así que mi conocimiento de la obra de poetas contemporáneos es, por mucho que me cueste decirlo, prácticamente nula.
¿Qué autores definirías como tus principales referencias poéticas?
Como buen granadino, mi pasión por la poesía nació, cómo no, de la mano de García Lorca, gran amigo de mi abuelo, por otra parte, aunque sin dejar de lado a Rubén Darío, Rosalía de Castro o incluso Gustavo Adolfo Bécquer, a modo de iniciación poética. A partir de él, fui mostrando una creciente curiosidad por la maravillosa poesía de Antonio Machado, Miguel Hernández, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Pablo Neruda… y muchos otros que no resulta difícil adivinar.
¿Diseñar un libro con Reverso y anverso ha sido complicado?
No demasiado, la verdad. Como señalo en el prólogo del libro, «en él hay un ramillete de poemas de ida y vuelta que apremiaba escribir para que lo que intentan expresar no se perdiese en la intrincada metáfora de los sentimientos», lo cual significa que solo tuve que echar mano de todos esos poemas de última hora que había escrito para poder darle refugio a mis más recientes emociones, tal y como antes he comentado.
¿Tiene José Molina Melgarejo una lista de lecturas recomendadas?
La poesía es tan subjetiva, que me resulta difícil recomendar algunas lecturas a los demás, aunque creo que, al menos yo, no entendería la poesía sin haber leído En las orillas del Sar, de Rosalía de Castro; Poeta en Nueva York, de García Lorca; Campos de Castilla, de Antonio Machado; El rayo que no cesa, de Miguel Hernández; Marinero en tierra, de Rafael Alberti, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda, o Itinerario poético, de Gabriel Celaya. Todos libros muy clásicos, en la línea de como yo entiendo la poesía, de obligada lectura para comprenderla y amarla.
¿Tienes un poema preferido entre los incluidos en Reverso y anverso?
Como siempre es recurrente decir: «a todos mis hijos los quiero por igual», aunque, si tuviera que resaltar alguno, quizá Callejón de Aguirre, un emotivo poema dedicado al lugar de Granada en el que nací. Bueno, y quizá también Perdón, que creo que es la más sincera declaración de amor que jamás he escrito.
Para finalizar, ¿algo que más que quieras decirnos?
No puedo dejar pasar por alto mi enorme agradecimiento a mi amigo Eugenio Rivera que, de manera altruista, ha ilustrado con sus preciosos dibujos algunos de los poemas de Reverso y anverso, dándoles una fuerza añadida que, de otro modo, no hubieran tenido. ¡Ah!, y, por supuesto, recomendar la lectura de Reverso y anverso. Poemas de largo recorrido, un poemario que, como decía Omar Jerez, de la editorial Libros Indie, «es una joya pulida y sutilmente cuidada».
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