Entrevista Yafreth

- ¿Qué te inspiró a explorar el concepto del tiempo como tema central en los diez relatos de El monstruo cometiempo?
- En el libro mencionas que “nadie está a salvo” del tiempo. ¿Cómo planteas esta idea a través de los diferentes oficios, épocas y estratos sociales que aparecen en los relatos?
- ¿El tiempo en tus historias es un recurso que puede controlarse o es más bien una fuerza inevitable que domina a los personajes?
- ¿Cómo surgió la idea de retratar al tiempo como un “monstruo”? ¿Qué representa este concepto en tus relatos?
- A nivel estructural, ¿cómo lograste que cada relato tenga su propia identidad mientras todos comparten la misma temática?
- ¿Crees que vivimos en una sociedad que subestima el impacto que el tiempo tiene en nuestras vidas cotidianas?
- ¿Hay algún relato en particular que consideres más cercano a tus propias experiencias o reflexiones personales sobre el tiempo?
- ¿Qué mensaje principal esperas que los lectores se lleven al terminar el libro, sobre el tiempo y nuestra posición en el universo?
- El libro abarca diversos contextos históricos y sociales. ¿Cuál fue el reto más grande al escribir sobre distintas épocas y profesiones?
- Para finalizar ¿algo que quieras comentar?
¿Qué te inspiró a explorar el concepto del tiempo como tema central en los diez relatos de El monstruo cometiempo?
En el concepto universal de tener una entidad responsable de todos los problemas sociales que van más allá de las estructuras. Más allá de los gobiernos o las ideas que anidan en el caos de las mentes que padecen una ansiedad de la que desconocen el origen.
Y por supuesto de toda entidad de horror cósmico de Lovecraft.
Es una visión muy ajustada de algunas propiedades del mito de cthulhu. En los momentos más sensatos todos lloramos por el tiempo perdido.
Hay dos extremos de la condición humana. Las personas que creen que tienen tiempo infinito para hacer todo aquello que deseen y los que consideran que la vida es muy corta.
Ambos casos son acompañados por una ceguera de la condición propia.
El gremio de los artesanos y artistas posee una sensibilidad a lo externo a ellos mismos que les confiere la capacidad de ser conscientes del flujo del tiempo.
De cómo la vida avanza en desgaste a la par de la sabiduría.
La experiencia es eso que llega cuando ya no la necesitas. Ahí es cuando todo humano, sin importar su estrato social. Percibe su tiempo evaporarse.
¿El tiempo en tus historias es un recurso que puede controlarse o es más bien una fuerza inevitable que domina a los personajes?
La ilusión de control sobre el tiempo es finita. Los personajes creen en ese control hasta que descubren que el mundo sigue girando cuando ellos se detienen. Una fuerza natural que se convierte en un horror cuando se descubren como un mero recurso del mismo.
¿Cómo surgió la idea de retratar al tiempo como un “monstruo”? ¿Qué representa este concepto en tus relatos?
La idea original surgió en una plática con una amiga. En ella surgió una pregunta simple que se fue enmarañando hasta convertirse a sí misma en un monstruo abstracto ¿Cuál sería la forma de una criatura que se alimentara de tiempo y que consecuencias tendría sobre los demás?
Una vez se recorren los relatos la analogía se asoma curiosa.
EL monstruo cometiempo es la creación de la simbiosis entre los individuos y la sociedad. Una sociedad que engulle el tiempo de los demás mientras pierde el propio en la que inevitablemente nos toca vivir en este año otrora futurista 2024
A nivel estructural, ¿cómo lograste que cada relato tenga su propia identidad mientras todos comparten la misma temática?
UFF. Eso fue lo más duro y fue un capricho personal que no quise soltar sin importar la cantidad brutal de correcciones que eso implicó. Tuve que establecer un «HUB» donde todas las historias conectaran sin caer en lo repetitivo, así que creé a Datros como un narrador omnisciente y al «libro del tiempo muerto» como una razón por la que todas las historias estuvieran juntas.
El gran reto fue darme la libertad de contar cosas distintas que apuntaran a un ente en común desde distintas perspectivas. Es por ello que casi todos sus protagonistas tienen «la creación» como oficio en común. La idea de que al crear cosas dejamos un poco de nosotros mismos se antojó romántica. Y verosímil
¿Crees que vivimos en una sociedad que subestima el impacto que el tiempo tiene en nuestras vidas cotidianas?
Sin duda. Creo que nos educamos a nosotros mismos como si fuéramos ferrocarriles sobre vías de las que nunca nos salimos y que descubren un mundo a los lados solo cuando ocurren catástrofes.
¿Hay algún relato en particular que consideres más cercano a tus propias experiencias o reflexiones personales sobre el tiempo?
Me temo que sí. «borrador» y «líneas» Escribir y dibujar son cosas que me apasionan. Cuando hay esa inquietud de dejar un legado la literalidad de una expresión no es suficiente para resistir el implacable embate del tiempo sobre las ideas y las personas que las manifiestan. Como autor el temor de no tener vida suficiente para compartir y hacer llegar un mensaje se siente casi como un monstruo.
¿Qué mensaje principal esperas que los lectores se lleven al terminar el libro, sobre el tiempo y nuestra posición en el universo?
El nihilismo es un mal necesario que va de la mano con la liberación de los criterios. Pero me encantaría dejar el mensaje de que cuando nada tiene sentido, especialmente buscando «el sentido de la vida», Cada uno tiene la posibilidad de imprimirse en lo que hace con pasión convirtiendo el amor a la vida en un viajero perenne del tiempo y el espacio (se me acaba de antojar mucho escribir sobre ese concepto jaja).
Valoren el tiempo propio, pero siempre en prioridad el ajeno.
Investigar todo sobre cada época para nunca provocar que el lector se salga de la ficción. Si ven una carencia de detalles de época en algunos de los relatos es por una razón en concreto. Evitar la suspensión de la incredibilidad (que suena mejor en inglés me temo). El relato del fotógrafo fue una investigación divertida. Aprendí mucho sobre la historia del proceso fotográfico.
Para finalizar ¿algo que quieras comentar?
Ser autor y ser tímido es una combinación poco menos que letal. Agradezco la oportunidad de hablar de mi obra e invito a los lectores a darse un baño de introspección con mi obra.
Curiosamente mi nombre es más fácil de encontrar que mi libro. Siendo que mi nombre es complicado y al libro le busqué un título fácil de recordar.
Los buscadores son traicioneros a veces. Así que pueden buscarme como HAMID YAFRETH. En una plataforma el libro se llama “el gran fagocitario” y en la otra “el monstruo cometiempo” los sistemas automatizados creyeron que me plagiaba a mí mismo jajaja. Buena vida. Disfruten su tiempo. Y gracias por la atención
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