Entrevista Azucena Hernán

Entrevista Azucena Hernán
Índice
  1. Sabemos que eres una persona excepcional, pero ¿cómo se describe Azucena Hernán como persona?
  2. Cuando estamos en esa etapa de nuestra vida en la cual necesitamos ser aceptados por nuestro círculo social, a veces nos encontramos con el rechazo del grupo, ¿te pasó a ti alguna vez?
  3. Generalmente la escritura literaria es como un pasatiempo para quienes se dedican a ejercer las profesiones en las cuales se graduaron, ¿te pasa lo mismo, o escribir es el motor de tus días?
  4. Cómo educadora infantil, ¿has percibido algunas mosquitas muertas entre tus alumnas?
  5. Si este libro fuera el reflejo de alguna de las etapas de tu vida ¿cuál sería?
  6. Desde tu perspectiva, ¿cuál es la esencia de tu libro mosquitas muertas?
  7. ¿Consideras que este libro es una alerta a la sociedad o simplemente una obra más para los amantes de la literatura?
  8. ¿Mosquitas muertas cuenta una realidad o es solo una visión imaginaria de tu mente de escritora?
  9. ¿Te parece que muchos lectores se sienten identificados con la historia que cuentas en mosquitas muertas? ¿Por qué los jóvenes y adultos deben leer tu libro?
  10. Para finalizar ¿algo que nos quieras decir?

Sabemos que eres una persona excepcional, pero ¿cómo se describe Azucena Hernán como persona?

Gracias por la presentación, ¡excepcional! Me quedo sin palabras la verdad porque quizá sea una persona a la que le cuesta más decir mis cualidades positivas que las de los demás. Por resumir, me considero una persona constante y con alta sensibilidad hacia el compromiso social.

Cuando estamos en esa etapa de nuestra vida en la cual necesitamos ser aceptados por nuestro círculo social, a veces nos encontramos con el rechazo del grupo, ¿te pasó a ti alguna vez?

Por supuesto, yo no era muy de encajar porque soy una persona bastante introvertida y suelo sentirme más cómoda en pequeños círculos. Es cierto que tampoco me ha limitado mi manera de ser para enfrentarme a retos o realizar actividades que me apasionaban. Me hubiese encantado encajar más: sí, pero la presión social nunca me ha limitado para perseguir mis pasiones.

Generalmente la escritura literaria es como un pasatiempo para quienes se dedican a ejercer las profesiones en las cuales se graduaron, ¿te pasa lo mismo, o escribir es el motor de tus días?

Me encanta escribir y cuando lo hago el tiempo vuela, me olvido del mundo real y eso me relaja y me hace sentir plena. A pesar de ello, no escribo a diario. Soy de las personas que intentan robarle tiempo al tiempo y acabo llenándome la agenda. Actualmente compagino vida familiar, con vida profesional, un máster porque también amo estudiar, intento pasear media hora al día o hacer algo de deporte… En fin, me toca ir equilibrando hobbies.

Cómo educadora infantil, ¿has percibido algunas mosquitas muertas entre tus alumnas?

Soy educadora infantil pero actualmente no ejerzo porque no vi que tuviese mano con los peques, siempre me ganaban la batalla en el aula. Por ello, cambié al área de la Psicología y, cuando me gradué, acabé desarrollándome en Gestión de Talento en la Universidad. El tiempo que estuve con peques, traté con la etapa de 0 a 3 años y no me atrevería a decir que había mosquitas allí porque me tocaron el corazón y no sería justo para las alumnas. Pero en realidad creo que todas las personas somos mosquitas muertas en algún momento de nuestras vidas, o en alguna circunstancia que nos saca esa faceta.

Si este libro fuera el reflejo de alguna de las etapas de tu vida ¿cuál sería?

Uy ¡qué comprometido! Sin duda sería una etapa en la que traté con un responsable que solo veía aspectos negativos en mi personalidad. Aspectos que incluso me llegué a creer y que dañaron mi bienestar emocional. Soy de la opinión de que se construye sobre las cualidades positivas que cada persona tiene, y que nuestro comportamiento crece en donde ponemos el foco, la atención porque es allí donde va la energía. Si el foco de atención está en lo que me falta, la carencia se hará más grande…

Desde tu perspectiva, ¿cuál es la esencia de tu libro mosquitas muertas?

Por resumirlo mucho el propósito que me fijé con el libro y su esencia fue despertar y cultivar la empatía en los lectores. Siento que las enfermedades mentales están muy estigmatizadas y hay mucha soledad en las personas que las sufren. No es lo mismo expresar que sufres un TCA que una adicción alcohólica que un toc… Ya tenemos catalogadas a personas con TCA en llamadas de atención, los alcohólicos quizá mejor que se escondan o así lo pueden sentir, el toc tiene un halo moderno ya que la gente lo suele usar con ligereza para decir que son muy ordenados…

Mi ilusión sería que llegue el día en el que se ofrezca el mismo calor humano a un familiar con una enfermedad mental que ha otro que sufre cáncer, por ejemplo.

¿Consideras que este libro es una alerta a la sociedad o simplemente una obra más para los amantes de la literatura?

Ojalá fuese una alerta a la sociedad, pero siendo honesta y humilde no tengo yo tantos lectores… Me conformo con haber tocado algún corazón y con haber sacado ese libro de mi cabeza. Lo escribí en el confinamiento y realmente me preocupaba sentir que había personas solas y sufriendo. Me daba miedo pensar que las cifras de suicidio podrían subir a raíz de aquella situación. Y, posteriormente escribí otro libro similar llamado “Adictas” que no he publicado pero que considero que escribirlo sacaba de mi mente otro miedo de que en el confinamiento se hubiesen agravado los síntomas de personas que padecen adicciones.

¿Mosquitas muertas cuenta una realidad o es solo una visión imaginaria de tu mente de escritora?

En las notas finales del libro hago referencia a padecer una enfermedad mental, como un acto de solidaridad con las mosquitas. El libro no es una realidad propia, pero me hacía ilusión pensar que podría romper tabúes si yo mismo daba ejemplo alzando la voz.

¿Te parece que muchos lectores se sienten identificados con la historia que cuentas en mosquitas muertas? ¿Por qué los jóvenes y adultos deben leer tu libro?

Cuando estudié la asignatura de Psicopatología creí que sufría la mayoría de las patologías jejeee Ahí me di cuenta de que todos somos muy similares y que la diferencia entre padecer o no una enfermedad mental es cuestión de grado. Todos en un momento de estrés podemos tener conductas de comprobación, por ejemplo, sin llegar a sufrir un toc. Lo importante para mí sería que el lector se viese reflejado en algún punto de esos comportamientos para conciliar lo que a día de hoy entendemos como “normal” de aquello a lo que “rechazamos”. Entender que todos podemos ser mosquitas y por tanto que todos necesitamos ayudar y ser ayudados en ciertos momentos.

Para finalizar ¿algo que nos quieras decir?

Agradecer enormemente que hayáis querido contar un poco más de la historia de las “Mosquitas Muertas” y que espero haber sido lo suficientemente concisa como para no aburrir a nadie ya que la psicología es una parte de mí de la que me pasaría horas escribiendo y hablando.

Lo dicho, mil gracias de corazón.

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