Entrevista Nacho Miguelsanz

¿Qué te inspiró a escribir sobre el movimiento comunero en Castilla del siglo XVI?

Hace dos años se celebró el quinto centenario de la derrota de la revolución comunera en la batalla de Villalar. Busqué una novela histórica que relatase los hechos, pero no la encontré. Sí que hubo libros muy interesantes sobre estos hechos, pero que se centraban en la historia pura y dura, no novelada. Además, se centraban en los protagonistas más relevantes, Juan Bravo, Juan de Padilla, Francisco Maldonado, María Pacheco, etc. Por ello tomé la decisión de escribir esta novela. Quería dar a conocer como vivía la gente del común, como entonces se denominaba a los ciudadanos sin títulos ni cargo alguno, los meses previos al levantamiento, y también los motivos que hicieron que todo un pueblo se enfrentara a un rey tan poderoso como Carlos I. Otro motivo más era dar a conocer esta parte de nuestra historia de tanta importancia, pero que pocos la conocen en profundidad.

¿Cómo investigaste para recrear la vida cotidiana de la época en la novela?

En la investigación he empleado mucho más tiempo que en la composición y escritura de la novela. “La revolución de las Comunidades de Castilla”, del hispanista francés Joseph Pérez, es el libro de cabecera de todos los que escribimos sobre estos acontecimientos, pero en este caso he tenido que documentarme de otros muchos, ya que tenía que describir cómo se vivía en la Segovia de principios del siglo XVI, su estructura urbana, las costumbres, etc. Uno de los libros que más me ha aportado para esa parte ha sido “Historia del urbanismo en la ciudad de Segovia del siglo XII al XIX”, de J. Antonio Ruiz Hernando. Otro de los importantes hechos que ocurrieron en la ciudad y que no están detallados en el de Joseph Pérez es el asedio al alcázar de Segovia. En este caso he contado con la ayuda de los que comandaban las fuerzas del rey en la fortaleza, que dejaron todo lo sucedido por escrito. La suerte que tenemos es que tanto los escribanos reales como los comuneros, dejaron actas de las más importantes reuniones y descripciones de los hechos que han llegado hasta nuestros días, por lo que, aunque buscar la información es tarea ardua, da sus frutos.

¿Qué aspectos históricos destacarías como más relevantes para entender el contexto del libro?

Castilla era un reino próspero, aclarando que no todos vivían cómodamente, muchos sobrevivían como podían, pero la situación era aceptable en general comparándola con el resto de Europa. A pesar de ello una suma de hechos desencadenaron la revolución, de los que podemos destacar los siguientes. Carlos I se autoproclamó en Flandes rey de Castilla y León. Ya empezó con mal pie. Posteriormente, le obligaron a venir para ser coronado ante las Cortes castellanas, prometiendo el monarca cumplir muchas peticiones que le hicieron. Dos años después no había cumplido ninguna. También tuvo en su contra no residir en la península, no hablar castellano y sobre todo tres cuestiones principales: las constantes subidas de impuestos para pagar prebendas con el fin de ser coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, sustituir los cargos en el reino castellano con personas de Flandes y el soborno a los procuradores castellanos en las cortes de Santiago y La Coruña en 1520. Todo ello propició un descontento que desembocó en una guerra en la que lucharon por parte comunera gentes de todas las clases sociales bajo el grito de “Nadie es más que nadie”.

¿Cómo definirías a Diego Allas, el protagonista de la novela?

Es un joven de la misma edad que Carlos I, que no hace mucho llegó a Segovia desde Zamarramala, su pueblo. Se gana la vida como carpintero, pero también tiene otras ambiciones. En la ciudad segoviana se le abre un mundo apasionante. Descubre el amor, nuevas amistades y los movimientos reivindicativos en contra de la monarquía. Su inocencia juvenil la va perdiendo a lo largo de la novela a medida que se ve involucrado en los hechos que van aconteciendo.

¿Qué papel juega el rey Carlos I en la trama?

He querido reflejar fielmente los hechos ocurridos y por lo tanto Carlos I juega un papel fundamental, su autoproclamación como rey de Castilla desde Flandes, el encierro de su madre en Tordesillas, la no escucha a los castellanos ni a los de otros reinos peninsulares y el facilitar cargos a extranjeros, entre otros temas que se narran en el libro, retratan a un joven que trataba a sus reinos como colonias para obtener grandes sumas económicas. Cierto es que a medida que pasaron los años Carlos I cambió su manera de tratar a los castellanos, pero eso fue posterior a los años que describe la novela.

¿Por qué crees que la Ley Perpetua, precursora de las constituciones actuales, es importante para recordar en la actualidad?

Lo que es extraño es que no sea un texto del que se hable en las universidades de derecho en España, ni la mayoría de los españoles tengan conocimiento de que existió un texto que pudo ser el impulsor para avanzar en la justicia universal si hubiesen vencido los comuneros. Una muestra de su importancia es que fue estudiada por los parlamentarios que redactaron la constitución de Estados Unidos.

La Ley Perpetua fue el primer texto que se puede asemejar a las constituciones de países con monarquías parlamentarias, lógicamente salvando las distancias con las actuales Cartas Magnas, porque estamos hablando del siglo XVI. Fue una ley muy adelantada a su tiempo. Señalar solo dos de las menciones que citaba para ser conscientes de ello: que los indios no fuesen tratados como esclavos, sino como cristianos o que los cargos públicos no fuesen heredados o se pudiesen comprar, sino que se otorgasen por los conocimientos en la materia de las personas que los ocupasen. Era una ley que debía acatar el monarca y todos los que le sucedieran. Esto para un rey en aquellos tiempos era algo que no podía admitir. No obstante, hubo un breve periodo de tiempo en el que estuvo vigente en Castilla, cuando la Junta comunera tuvo el poder estando en Tordesillas.

¿Cómo describirías el proceso de escritura de la novela?

La definiría como dos capas superpuestas. Una de ellas es la historia de los hechos, intentando ser lo más fiel posible a los acontecimientos. En este caso no hacía falta escaleta, los personajes y las fechas me venían dadas. Eso sí, tuve que investigar sobre las más de 70 personas que cito en la novela. La otra capa era la de los personajes ficticios, Diego Allas, su familia y sus amigos. En este caso decidí que fuese el protagonista, mediante un diario, el que contase como pudo vivir un ciudadano medio todo lo sucedido. Por ello quise que Diego comenzara el diario unos meses antes del estallido de la revolución, con el fin de poner en situación al lector, para adentrarle en la vida de una ciudad castellana en 1520, los motivos del descontento con Carlos I, y finalmente cómo cambió la situación de las gentes una guerra en la que todos se vieron involucrados de una u otra manera.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al escribir sobre un periodo histórico tan complejo?

Como segoviano me apasionaba esta parte de nuestra historia y desde niño me interesó. Mi mayor desafío era conseguir escribir una novela siendo lo más preciso posible con lo que sucedió, pero huyendo de contar la historia de manera académica, como tantas veces se ha publicado, sino de una manera más amena, para llegar a más lectores.

¿Cómo balanceaste la necesidad de ser fiel a los hechos históricos con la creatividad necesaria para construir una trama interesante?

Como mencionaba anteriormente utilizando dos planos, uno con los hechos reales y otro imaginándome cómo lo vivió la gente del común. Y ello de manera independiente, de manera que lo que les sucedía en la vida de los personajes de ficción iba coincidiendo con hechos relevantes que en algunos casos tenían una repercusión importante en la vida de “mis“ personajes y otras veces no tanto. Me metí en la piel de Diego y decidí vivir en 1520-21. Desde esa visión fui tejiendo la historia.

Para finalizar ¿algo que quieras decir?

Me gustaría finalizar la entrevista agradeciéndoos este espacio de divulgación literaria y por supuesto agradeciendo a los muchos lectores que han contactado conmigo, bien personalmente o a través de las RRSS, para felicitarme por el libro, por acercarles a una historia que no conocían o no lo suficiente, de una manera que les ha hecho, en algunos casos, emocionarse. La verdad es que la respuesta que está teniendo esta novela ha desbordado mis expectativas porque siendo mi primer libro no esperaba esta repercusión, gracias todo ello al boca a boca.

También me gustaría reivindicar lo castellano, tantas veces denostado. Si esta revolución o la redacción de la Ley Perpetua hubiese tenido lugar en un país anglosajón, habríamos leído muchas novelas sobre ello y visto muchas películas hollywoodenses, pero en nuestra tierra dejamos en el olvido hechos tan relevantes como lo sucedido en la revolución comunera.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Entrevista Nacho Miguelsanz puedes visitar la categoría Entrevistas.