Entrevista Sebastián G. Sancho

Entrevista Sebastián G. Sancho
Índice
  1. ¿Cuál fue la inspiración detrás de la creación de "La cuna de tejo" y cómo surgió la idea de ambientar la historia en la Andalucía del siglo XIX?
  2. "La cuna de tejo" es descrita como una novela coral con personajes bien perfilados. ¿Cómo fue el proceso de desarrollar y conectar a estos personajes a lo largo de la historia?
  3. ¿Qué podemos esperar de la simbología presente en la novela, especialmente en los nombres de los personajes? ¿Cuál es su significado dentro de la trama?
  4. La novela se enmarca en el género de terror gótico. ¿Cuál es su enfoque al abordar el terror en la historia? ¿Cómo lograste crear escenas terroríficas que impactan al lector?
  5. ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste durante el proceso de escritura de "La cuna de tejo" y cómo lo superaste?
  6. Los giros inesperados son mencionados en la sinopsis. ¿Podrías adelantarnos algo sin revelar demasiado? ¿Cómo lograste mantener la tensión narrativa y sorprender al lector?
  7. En un libro que se presenta como novela clásica y costumbrista, ¿cómo logra innovar y presentar elementos originales en la trama?
  8. El uso de detalles ocultos es mencionado en la sinopsis. ¿Podrías compartir algunos ejemplos de estos detalles que los lectores pueden descubrir en la lectura?
  9. ¿Qué mensaje o emociones esperas transmitir a los lectores con "La cuna de tejo"?
  10. Para finalizar ¿algo que quieras decir?

¿Cuál fue la inspiración detrás de la creación de "La cuna de tejo" y cómo surgió la idea de ambientar la historia en la Andalucía del siglo XIX?

La inspiración es clara en La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, y en el romanticismo de Gustavo Adolfo Bécquer o Emilia Pardo Bazán, entre otros. Quería hacer una historia costumbrista, de viejo caserón sombrío, de tradiciones antiguas… pero todo lo que encontraba siempre se ubicaba en mansiones de la época victoriana. En España tenemos una historia increíble a nuestras espaldas, más rica y hermosa que la de muchos otros lugares, y parece que no nos atrevemos a explotarla. Pensé en eso, y en que mis lectores, en su mayoría, serían hispanohablantes, así que quise traerles un terror con el que se sintieran identificados. Un terror real.

"La cuna de tejo" es descrita como una novela coral con personajes bien perfilados. ¿Cómo fue el proceso de desarrollar y conectar a estos personajes a lo largo de la historia?

Para mí los personajes son un instrumento para desarrollar la historia. Todos cumplen un objetivo concreto, y no estarían ahí de no ser por ese motivo. Necesitaba mostrar las diferentes formas en la que los miedos, o los demonios del pasado, atormentaban a cada uno de los personajes teniendo en cuenta que son personas del siglo XIX. Así que, por resumir, diría que busqué miedos y, conforme a ellos, creé personajes que los sintieran.

¿Qué podemos esperar de la simbología presente en la novela, especialmente en los nombres de los personajes? ¿Cuál es su significado dentro de la trama?

La novela tiene un marcado carácter simbólico; nada está elegido al azar, y mucho menos los nombres. Santa Felicitas, por ejemplo, la villa donde se desarrolla la historia, debe su nombre a la santa cristiana a la que las mujeres rezan para tener un embarazo seguro. Su historia es la de una madre que, debido a su fe, fue sacrificada como mártir a los dioses paganos junto a sus siete hijos. La Cuna de Tejo comienza con unos marqueses que, uno tras otro, han visto morir a sus siete hijos al poco de nacer, y de cómo los lugareños de la villa creen que, en realidad, este hecho es una maldición que pesa sobre ellos. Entenderás, por tanto, que el nombre de Santa Felicitas no fue elegido al azar. Esto no es algo mío, sino que ya lo hacía Lorca en sus obras. Y siempre hay que fijarse en los mejores.

La novela se enmarca en el género de terror gótico. ¿Cuál es su enfoque al abordar el terror en la historia? ¿Cómo lograste crear escenas terroríficas que impactan al lector?

Como te decía al principio, mi idea era crear un terror cercano, que conociéramos nosotros de primera mano. Me refiero a esas supersticiones de nuestras abuelas y bisabuelas que quemaban romero en las casas, que guardaban un luto de siete años por un familiar muerto, que dormían con un crucifijo sobre la cama o que te hacían la señal de la cruz en la frente con el vino cuando se derramaba. Todos podemos asimilar ese terror porque forma parte de nuestra esencia, de lo que somos. Mi principal reto era recrear un terror que no fuera actual, sino algo que aterrorizase a personas del siglo XIX. Y, lo que más me fascinó al investigarlo, fue que, en realidad, no se diferenciaba tanto del nuestro.

¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste durante el proceso de escritura de "La cuna de tejo" y cómo lo superaste?

El proceso histórico siempre es complejo, pero te diría que el principal desafío fue mostrar unas escenas descarnadas y sin concesiones, mientras me convencía de que no eran gratuitas. Todos tendemos a volver la cara ante una situación desagradable. Yo quería sujetar el rostro del lector y obligarle a observarlo, mostrarle que ese horror es real, que existe, y que es nuestra responsabilidad mirarlo de frente. Así que, honestamente, no es algo que superase, es solo que me lancé al vacío aun a costa de que alguien pensase que todo eso era gratuito. Por fortuna, al menos hasta el día de hoy, nadie me lo ha recriminado. Punto a favor.

Los giros inesperados son mencionados en la sinopsis. ¿Podrías adelantarnos algo sin revelar demasiado? ¿Cómo lograste mantener la tensión narrativa y sorprender al lector?

Es lo más fácil de hacer, pero lo más difícil de hacer bien. Te diría que el único truco es paciencia, mucha paciencia, y trabajo. Si dejas la pista en la página uno, no tengas prisa por desvelarla ya. Hay que mantener esa tensión, alimentarla… y desvelarla solo cuando toca. Y eso conlleva mucha reescritura y mucha elaboración.  Y por mencionar algún giro… bueno, creo que el primero ya está en la propia sinopsis: “En la tranquila villa de Santa Felicitas, todos conocen la historia de cómo los marqueses perdieron uno tras otro a sus siete hijos. Algunos murmuran que el diablo ronda el hogar de los señores, y que todo aquel que planta los pies en su palacio acaba tan maldito como ellos.
Lo que en Santa Felicitas no saben es cuánta verdad hay en lo que cuentan”.

En un libro que se presenta como novela clásica y costumbrista, ¿cómo logra innovar y presentar elementos originales en la trama?

Como te decía anteriormente, al investigar los temores de las personas del siglo XIX, te das cuenta de que no diferían tanto de los nuestros. Pues exactamente ocurre con nuestras preocupaciones. ¿Quién no se identificaría con una persona explotada por un empresario avaro, con una mujer que desea ser libre a pesar del mundo que la rodea, con alguien que solo pretende amar y ser amado sin que le juzguen por su condición sexual, o con una persona que solo aspira a salir de la miseria para darla a su familia un futuro mejor? Todo eso ya estaba presente en el siglo XIX y, por desgracia, también lo está en el XXI. Así que, solo he tenido que bucear en lo que hoy nos quita el sueño para permitir que se refleje en los ojos de alguien de entonces.

El uso de detalles ocultos es mencionado en la sinopsis. ¿Podrías compartir algunos ejemplos de estos detalles que los lectores pueden descubrir en la lectura?

Es complicado sin destripar parte la novela porque la mayoría están relacionados con la trama. Esos detalles, entre otras cosas, están colocados a propósito para que quieras volver a releer la novela una vez la acabes, ya que solo entonces serás capaz de identificarlos en su contexto real. Aunque también meto alguno sin peso en la trama, como algún guiño histórico. Por ejemplo, hay un personaje que tiene por apodo Lunita, diminutivo de su apellido Luna, y en un momento dado habla de su prima Isabel. Pues bien, Isabel Luna fue una persona real, la única mujer procesada dentro de los mal llamados “Crímenes de la Mano Negra”. Ojalá pudiera desvelarte más, pero temo meter la pata y estropear la diversión de quienes se lean la novela.

¿Qué mensaje o emociones esperas transmitir a los lectores con "La cuna de tejo"?

Mi intención era y es dejar un mensaje con cada una de mis novelas. No tengo hijos y, de algún modo, veo en lo que escribo mi legado, mis pequeñas reflexiones que jamás transmitiré a mis descendientes. Y no quiero que mueran. No porque yo sea digno de ser oído, sino porque, en realidad, temo que llegue el día en el que ya nadie me recuerde. En mi novela pretendo transmitir algo importante, y es que ninguno de nosotros somos responsables de las circunstancias que nos han tocado vivir. Y La Cuna de Tejo habla mucho de eso y de como nosotros, desde fuera, en ocasiones juzgamos a las personas sin saber qué les deparó la vida.

Para finalizar ¿algo que quieras decir?

A todos y todas, gracias por leerme, y que os espero en mi página web sebastiangsancho.com y en mis redes sociales, donde estaré encantando de conoceros y hablar con vosotros de La Cuna de Tejo o de lo que queráis. Sed felices, sonreíd y luchad por vuestros sueños. ¡Salud!

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