Un argentino con toda la preparación necesaria para triunfar como escritor, ¿Consideras que ser profesor en letras te ayuda mucho en tu carrera como escritor de novelas?
Lo que te ayuda, fundamentalmente, es haber leído mucho: distintas obras, autores, temáticas y géneros. Eso es indispensable a la hora de producir una obra propia.
¿Cuándo decides dedicarte a escribir además de dar clases?
A inicios de 2020, cuando se desató la pandemia del coronavirus. Me vi encerrado en mi casa por la cuarentena, con urgencia por generar nuevos ingresos sin salir de mi hogar. Descubrí las plataformas de Bubok y Amazon y publiqué mi primera novela “Hernán y los neonazis”: una delirante historia de amor entre un activista LGBT y un neonazi en medio de una compleja trama de crímenes, suspenso e intrigas. El éxito que tuvo esta novela, particularmente en España, donde estuvo varias veces entre los libros LGBT más vendidos por Amazon, me impulsó a seguir escribiendo y así llegaron otros títulos como “Otoño ardiente”, “Laberinto de escaleras”, “La balada de la pidera que latía”, “El sangriento cazador” y el más reciente “Los monstruos son los otros”.
Tienes una carrera como escritor con muchos reconocimientos, ¿Cuáles son los que más te enorgullecen?
El reconocimiento que más me enorgullece es el de cada lector que me escribe desde cualquier parte del mundo para decirme cuánto disfrutó mi libro. Leo todos los mensajes que me llegan a mis redes y los atesoro.
¿Cuándo comenzaste a apostar por los libros digitales?
Como dije, antes, en el 2020. Creo que con la situación que atravesó el mundo: las librerías cerradas, muchas cadenas de distribución detenidas, el formato digital salvó en gran medida a lectores y escritores. Y es un formato por el que debemos apostar, porque resulta un gran democratizador de la literatura. Es lo que permite que los escritores que no cuentan con el respaldo de una empresa editora multinacional que distribuya sus libros por todo el globo, puedan ser leídos más allá de las fronteras de sus países. Y correlativamente, que los lectores podamos leer toda la literatura que queramos, y no las que las casas editoras decidan imprimir y distribuir.
La novela erótica es tu género más trabajado, pero ¿cuántas obras tienes en tu trayectoria como escritor que no pertenecen a este género?
Varias. “Laberinto de escaleras” es una historia de amor entre hombres, pero las descripciones de situaciones sexuales son mínimas, casi inexistentes. No necesariamente todo el contenido LGBT tiene que ser “+18”. Mucha gente quiere comprar libros que traten sobre la diversidad sexoafectiva, pero cuya lectura puedan compartir con sus hijos. O simplemente, puede tener ganas de leer una historia en la que dos hombres o dos mujeres se enamoran pero no tener ganas de leer descripciones de lo que hacen en la intimidad. Hay distintas lecturas para distintos gustos, y distintos momentos para cada lectura.
“Los monstruos son otros” es protagonizada por un transexual, ¿consideras que tiene algún significado este detalle con el éxito de la obra?
Es protagonizada por una mujer trans que experimenta fenómenos sobrenaturales que la sumergen en un estado de desconcierto, a ella y a quienes la rodean. Creo que sí, que el hecho de que en una trama fantástica se toque un tema social de actualidad, que –sea cual fuere la postura que tengamos− ocupa mucho espacio en el debate público, como lo referente a los derechos y la condición jurídica de las personas trans, explica la recepción de la novela, tanto en Argentina (donde actualmente se está debatiendo la prohibición del llamado “lenguaje inclusivo” en las escuelas públicas de Buenos Aires). Como en España, donde el debate por la Ley Integral Trans abrió una grieta al interior del feminismo Justamente este debate entre las feministas protransexuales y las trans-excluyentes (las denominadas “terf”) aprece dentro de la novela reflejada en dos personajes: Estela, la amiga de la protagonista y Roxana Ruiz Martínez, una singular villana feminista empeñada en defender a “las verdaderas mujeres” contra “ese macho travestido”, como denomina a la protagonista.
En esa novela hay una mezcla entre erotismo y terror, ¿consideras que es parte de lo que viven estas personas en la vida real?
En la realidad, gran parte de la población trans debe sobrevivir mediante el ejercicio de la prostitución y está expuesta a todo tipo de peligros y violencias. Parte de eso aparece reflejado en la novela, donde además se cuela el recurso a lo sobrenatural. Aparecen elementos de la mitología judeocristiana y de la tradición bíblica. Pero tendrían que ser las propias personas trans las que tendrían que opinar si Pasionaria y su historia las referencia o identifica. Yo soy sólo un escritor, no puedo hablar en nombre de ellas.
¿Cuál otra fusión de género literario te gustaría experimentar en una de tus novelas?
Ya escribí novelas homoeróticas con trama de policial negro: “Hernán y los neonazis” y “El sangriento cazador”. Forman una bilogía. Me gustaría seguir trabajando en ese género al que llamo “novela negra homoerótica”.
¿Cómo ves tu futuro de escritor después de “Los monstruos son los otros”?
Tengo dos novelas inéditas. Estoy en tratativas con distintas editoriales para su publicación.
Para finalizar ¿algo que nos quieras decir?
Sí. Pueden visitar mi página de autor en Amazon. (Santiago Idiart) Allí van a encontrar todas mis novelas, ya sea para descargar en formato digital desde cualquier parte del mundo o para encargar en formato físico (en ese caso sí, los tiempos y costos de entrega o impresión son variables en cada país). También pueden seguir mi página de facebook: “Santiago Idiart, escritor”, mi intagram @santiagoidiart y mi blog santiagoidiart.blogspot.com. En cualquiera de mis redes sociales pueden dejar sus opiniones: las leo y las valoro a todas. Muchas gracias